Cuatro técnicas para el control de temperatura en el moldeo por inyección de PPS
El sulfuro de polifenileno (PPS) es un termoplástico de ingeniería de alto rendimiento reconocido por su excelente resistencia al calor y a los productos químicos. Debido a su alto punto de fusión, el control preciso de la temperatura es crucial durante el moldeo por inyección.
Control de temperatura zonal del barril
Objetivo: Garantizar la plastificación completa del material dentro del cañón, evitando al mismo tiempo el sobrecalentamiento y la degradación.
Método: El barril se divide en varias zonas de temperatura, con temperaturas más bajas cerca de la tolva y aumentando gradualmente hacia la boquilla. Este calentamiento gradual permite que el material se ablande gradualmente, lo que evita la degradación térmica.
Nota: El gradiente de temperatura debe ajustarse en función del grado de PPS, el espesor de la pared de la pieza y otros factores.
Control de temperatura del molde
Propósito: Influir en la cristalinidad, la velocidad de enfriamiento y la tensión interna de la pieza moldeada.
Método: La temperatura del molde se controla normalmente entre 120 y 180 °C. Las temperaturas más altas del molde promueven la cristalinidad y mejoran las propiedades mecánicas, pero las temperaturas excesivamente altas pueden acortar la vida útil del molde.
Nota: La temperatura del molde debe ajustarse según el espesor de la pared de la pieza, la forma y las condiciones de enfriamiento.
Control de velocidad de inyección
Objetivo: Influir en el caudal y la velocidad de llenado de la masa fundida en la cavidad del molde.
Método: La velocidad de inyección no debe ser demasiado alta para evitar un esfuerzo cortante excesivo y la degradación del material.
Nota: La velocidad de inyección debe ajustarse según el espesor de la pared, la forma y la complejidad de la pieza.
Control de contrapresión
Objetivo: Facilitar la desgasificación de la masa fundida y mejorar la densidad de la pieza.
Método: Establecer una contrapresión adecuada elimina eficazmente los gases de la masa fundida, reduciendo así la formación de huecos.
Nota: Una contrapresión excesiva puede aumentar la tensión cortante en la masa fundida, lo que provoca la degradación del material.
